El pasado 6 de octubre, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid presentó la estrategia del plan de mejora de la Atención Primaria a seguir por su consejería durante los próximos dos ejercicios. Este se organiza en torno a cuatro grandes ejes: recursos humanos, mejora asistencial, infraestructuras y sistemas de información. Según su anuncio, la Comunidad de Madrid invertirá 200 millones de euros en los dos próximos años para mejorar los servicios de los centros de salud. Esta inversión servirá para crear 1.200 plazas nuevas, construir 16 centros de salud y remodelar otros. También se concibe para mejorar la retribución de los profesionales y contempla la digitalización de consultas que no necesiten presencialidad.
Ante ello la FRAVM ha emitido un comunicado en el que deja claro que el presupuesto propuesto es insuficiente, y que es necesario al menos un aumento del 25% para que la Atención Primaria pueda funcionar con garantías de calidad. Además, para atender adecuadamente a la población madrileña se necesitaría la contratación inmediata de 3.700 profesionales sanitarios con el fin de dar respuesta a plazas sin cubrir, jubilaciones, traslados, bajas definitivas por abandono, etc.
Por otro lado, la digitalización no mejora la relación médico-paciente y da la sensación de que el plan pone en cuestión la presencialidad. Una atención prolongada del mismo médico de familia a sus pacientes se asocia a una disminución creciente del uso de las urgencias, ingresos hospitalarios y mortalidad. Por ello, para nosotros y nosotras la estabilidad de los profesionales de Atención Primaria debe ser una prioridad.
Con su nuevo plan, la Consejería mantiene la propuesta de recorte horario en la asistencia que reciben los usuarios, un recorte que ha encontrado una enorme contestación vecinal en los barrios en los últimos meses.
Este recorte implica que a partir de las 18:00 habrá un número reducido de profesionales que atenderán a los usuarios como servicio de urgencia. Paradójicamente, el borrador de plan no se pronuncia sobre la reapertura de los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP), que llevan cerrados desde finales de marzo de 2020.
“Con las medidas propuestas no se fortalece la Atención Primaria, se favorece el negocio de las empresas privadas y el aumento de los seguros médicos” sostiene la Comisión de Sanidad de la FRAVM. Por ello, mantiene un “NO rotundo” a este plan y exige las siguientes demandas:
– No al recorte horario. Mantener la atención presencial de 8:00 a 21:00.
– Demora de citas no más de 48 horas.
– Reapertura de los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) ya.
– Asignación de manera urgente de profesionales a 150.000 usuarios y usuarias que actualmente carecen de ella.
– Refuerzo urgente de personal: psicólogos, psiquiatras, auxiliares administrativos en los Servicios de Salud Mental, enfermeras, técnicos superiores en higiene bucodental y técnicos superiores en laboratorio.
– Programas de prevención y promoción de la salud con asignación presupuestaria adecuada.
– Plan específico y urgente para inversión en los centros de salud.