Setenta representantes vecinales, procedentes de diversos distritos de Madrid y de localidades como San Fernando de Henares, San Sebastián de los Reyes, Leganés y Majadahonda han acompañado a las responsables de la Comisión de Sanidad de la FRAVM y a su presidente en la entrega de las firmas. Son firmas contra la propuesta de la Comunidad de Madrid de recorte horario en Atención Primaria que el día 9 de Mayo ha registrado la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) en la Consejería de Sanidad.
Estas firmas muestran el éxito de una campaña iniciada hace tres meses y que ha tenido como protagonistas a los colectivos vecinales y a las plataformas locales en defensa de la sanidad pública. Pero que, sobre todo, refleja el sentir de la ciudadanía madrileña ante un plan que, de extenderse, perjudicará enormemente a pacientes y usuarios. Son la evidencia de que los barrios, el movimiento vecinal, la Marea Blanca, las Plataformas Locales, toda la gente que está peleando desde hace años por la sanidad pública trae un montón de lucha y de propuestas, genera lo que tiene que ser la sanidad en la Comunidad de Madrid.
La concentración y acto de entrega de firmas se produce semanas después de que la Consejería de Sanidad invitara a los catorce centros de salud que acogieron el plan piloto de reducción horaria a implantarlo de manera definitiva, a pesar de que el entonces presidente regional, Ángel Garrido, había asegurado que dejaría esta decisión al ejecutivo que saliese de las elecciones autonómicas de mayo. Frente a esta falta de seriedad en el Gobierno autonómico, la postura es clara: rechazo absoluto a una propuesta que, de implantarse, deteriorará aún más la calidad asistencial en medicina de familia y pediatría y saturará las Urgencias.
Ha habido concentraciones en los catorce centros de pilotaje y las firmas se han recogido una a una, explicando y concienciando al ciudadano de lo que supone este recorte horario. Con ese recorte va a aumentar mucho más la demora en las listas de espera, no hay continuidad con los tratamientos ni con los médicos de familia, pediatras y enfermeras. Y, sobre todo, se elimina una de las principales razones por las que se creó la atención primaria, que es la prevención en la actividad comunitaria. Si esto se llega a consolidar, sería el derrumbe del sistema sanitario público.