Cuando ayudas a tu vecino, que ya tiene una edad, a llevar la compra, haces barrio. Cuando compras en la ferretería de la esquina, y en la librería de la plaza, y en la panadería de Amparo o en la frutería de Amir, estás haciendo barrio. También construyes barrio cuando recoges el chorongo que ha dejado tu perrete en medio de la acera y echas agua sobre el pis con el que ha regado el chaflán. Y cuando, a pesar de la tentación, no abandonas tus residuos fuera del contenedor a pesar de encontrártelo lleno. Contribuyes a mejorar tu barrio cuando, por la noche, aunque te quedes de cháchara con tus colegas hasta tarde, respetas el descanso de tus vecinos y vecinas y no armas bulla, y cuando aparcas el patinete eléctrico en un lugar donde no molesta el tránsito de nadie. También cuando haces lo mismo con tu coche, moto o bici, y cuando estás en una fila de espera en el centro de salud y empatizas con sus trabajadores en vez de cargar tu cabreo contra ellos. Y, desde luego, construyes barrio cuando te juntas con tus vecinos y vecinas para buscar una solución a un problema, para…