Villaverde y Usera vuelven a manifestarse ante la Plataforma Logística. Ante el temor de que el Ayuntamiento de Madrid otorgue a la constructora Pavasal una licencia de obra para la realización del Parque Logístico sin un plan de movilidad previo, la Plataforma Vecinal Usera-Villaverde ha realizado una nueva concentración de protesta el jueves 18 de julio. Decenas de vecinos de Usera y Villaverde han protagonizado una ‘cacerolada’ en los terrenos donde se prevé construir esta gran planta de distribución de mercancías.
Aunque parezca mentira y a pesar de su nombre, PALM-40, el proyecto no prevé la construcción de una conexión directa con la autovía M-40, una medida que defienden las asociaciones vecinales. Sin este enlace, estos colectivos temen que se produzca la invasión diaria de los vehículos del parque logístico en la avenida Eduardo Barreiros, que ya sufre atascos diarios, y en otras calles de Villaverde y Usera, con el consiguiente incremento de los niveles de polución y ruido en toda la zona.
Convocada por la plataforma vecinal Usera-Villaverde y la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), a la protesta se han sumado decenas de ciclistas de Bici Crítica, la asociación que recorre un jueves de cada mes el centro de la capital para reivindicar el uso de la bicicleta.
En un comunicado emitido por los convocantes, se aclara que no estamos “contra de la apertura» del Parque Logístico, pero sí de que se construya sin tener en cuenta las «molestias» que ocasionará a los vecinos. Piden al Ayuntamiento que no conceda la licencia de obra, sin antes poner en marcha el Plan Especial de Control Urbanístico Ambiental (PECUA). Si ese concede la licencia de obra, el Ayuntamiento incumpliría un acuerdo del pleno del pasado 27 de marzo que le obliga a aprobar, antes de emitir licencia alguna, este Plan Especial que habilite las medidas necesarias para minimizar los impactos y afecciones medioambientales a los vecinos del entorno. Todos los grupos políticos votaron entonces a favor de esta proposición, que fue planteada por el PSOE.
Tras la marcha que el pasado 26 de junio congregó a centenares de personas entre El Cruce de Villaverde y la Panta de la polémica, esta protesta (la quinta en cuatro meses) se ha desarrollado sin incidentes a la altura del número 104 de la calle de Eduardo Barreiros, a las puertas de la finca donde han empezado a construir la planta. La parcela cuenta con 152.172 metros cuadrados y está rodeada de viviendas y calles estrechas, por lo que los vecinos necesitamos que se resuelvan los problemas de «movilidad» y «contaminación atmosférica y acústica» antes de conceder la licencia de obra.