En las últimas semanas hemos vivido un nuevo intento por parte de la empresa Parcesa de construir un Crematorio en las instalaciones del Tanatorio de la M-40, a escasos metros de viviendas y equipamientos públicos de los Distritos de Villaverde y Usera. 

Parece ser que la voluntad del Ayuntamiento de Madrid, con el apoyo unánime de los grupos políticos que forman parte del Pleno, es volver a denegar la licencia por incumplir la Ordenanza Municipal de Calidad del Aire y Sostenibilidad, lo que sin duda es una gran noticia para las vecinas y vecinos de estos distritos.

Pero la acción política no puede limitarse a hacer cumplir una ordenanza. ¿Qué pasará si cambia la normativa, o si la empresa busca una ubicación alternativa, o algún otro recoveco que permita sortear las especificaciones de la normativa vigente? Pues que habrá que sumar un crematorio a las depuradoras, estanques de tormentas, subestaciones de gas, plataformas logísticas, centros de tratamiento de lodos, parkings disuasorios, … y un sinfín de instalaciones y actividades que se concentran en unos distritos muy castigados medioambientalmente por la afección que producen. 

Por eso es necesario buscar una solución, de política ambiental y de salud y no judicial, antes de que Parcesa, o cualquier otra empresa, decida que el lugar idóneo para instalar o ampliar alguna de estas instalaciones sea una vez más uno de nuestros distritos, que tienen el mismo derecho a la salud y a la vida sana y saludable que el resto, a pesar de que desde hace décadas hemos sido señalados como el lugar donde alojar todos los equipamientos que el resto de la ciudad no quiere. 

Por todo ello, en nuestra proposición solicitamos:

“Que desde este Pleno se promueva una modificación en la normativa municipal que declare a los Distritos de Usera y Villaverde como zonas de especial protección medioambiental de tal manera que se garantice la imposibilidad de instalar o ampliar cualquier instalación o equipamiento que pueda tener una afección ambiental negativa, que es la única manera de garantizar que no se instalará este crematorio, y que pueda otorgar a Usera y Villaverde una perspectiva de futuro diferente a seguir condenados a ser el centro neurálgico de los equipamientos nocivos de la ciudad”.